ya no estás con ella. ya no te ve con los ojos de ornamenta.
tu mundo interno no es tan basto y las hojas de la calle corren más rápido que tus pensamientos. que se quedan estancos. que se ponen enfermos y se pudren en los lugares húmedos. que quedan doloridos como la garganta de Aguirre en el momento de decirle a Alba que no siga. que se calle.
luego de liar un tabaco y darle la saliva necesaria se dispone a gritar. este grito lo aturde y le quiebra las cuerdas vocales. los dolores se empiezan a expandir. son largos y armoniosos.
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!
seco y amargo. lleno de tristeza. Aguirre nunca hablaba de las cosas que pasaban entre los pensamientos y los sentimientos. ese grito le dió la chance de sortear los trecientos sesenta segundos que cuenta antes de hacer nada. tiempo de mierda. pero qué tiempo de mierda.
dejarse de lamentos, pasarse de preguntas.
pero qué gil. qué gil.cómo no se apuró a decidir las ausencias que quería tener en su vida. si las penas iban a ser tantas, no hubiera nunca optado por nacer.