22.12.09

--Cataline-- parte II---

-Estás mal de la cabeza. Andate. Me asustas.


-Yo no te asusto –decía mientras le tomaba la muñeca con una mano y le pasaba la mano por debajo de la pollera con la otra-, lo que te asusta a vos es la vida.

No sabes vivir. Te amaestraron para tenerle miedo a todo, en particular a las buenas experiencias, pero no te preocupes porque yo te voy a enseñar a vivir.


La agarra de la cintura, la da vuelta y la empieza a tocar con una mano, mientras con la otra le tapa la boca. mientras se la lleva hacia una pequeña calleja a unos metros de allí. Acerca la boca acuosa a su delicada oreja y le va contando lo que sigue:


Mientras vos esperabas que la vida te sorprenda a mi me rompían el orto en el cuarto de mi novia, unos amigos de ella que eran putos, y que además la violaron.

Y todo sabes porqué? Los amigos escuchaban los redondos, eran fanáticos de Luca, juraban que eran metaleros de alma, y a la ves se castigaban con The Smiths y Belle and Sebastián. Aseguraban que Yeah yeah yeahs era lo más cercano al proyecto en el que trabajó Pablo Estramín antes de su desaparición.


Cuando los conoció, yo le dije pero estos tipos son flor de imbéciles!. No me hizo caso, ella estaba maravillada con la chonga identidad musical de estos fanópilos (mezcla de fan con

No hubo nada qué hacer. Después de un par de semanas, ya estaban poniendo discos de Tom Jones, Pink y Brian Eno intercalándolos con Fabiana Cantilo, Luciano Pereyra y Riff de manera compulsiva. Pasaban todos los días con nosotros, nos traían frutas que robaban del almacén de al lado, y unos glissines roñosos, seguramente vencidos, que les daba la madre de uno de ellos.


Una vez llegaron a decir que los Estómagos eran los Kiss de los ochentas uruguayos, y que si no fuera porque Jaime Roos conoció al Canario Luna, hubiera sido el precursor del Grunge Latino. Los miércoles jueves y viernes siempre se juntaban a escuchar Judas Priest y comer galletas al agua con sardinas, mientras tomaban licuado de banana, pasaban toda la noche divagando sobre los nuevos géneros del rock, y cómo la ciencia ficción iba a salvar al mundo. Afirmaban ser fans de Talía, y caerles mal Natalia Orebro, “por un tema de plagios, viste?”.


Cuando dijeron que Jarabe de Palo y la Polla Records eran los hermanos gemelos del rock español y que sólo se diferenciaban por la década en que nacieron no pude más. Me alejé de esa manga de enfermos en cuanto me dejaron la puerta abierta.

Después de eso jamás volví a ver a mi novia ni a los amigos fanópilos.


El acaba con lo suyo. Le saca la mano de la boca. Ella con una mueca de satisfacción se acomoda la pollera y le dice:


- Y eso qué tiene que ver con que yo no sé vivir? Me parece que te fuiste de tema, chabón.


-Sos argenta?


-Puede ser...

26.11.09

Noche

03.15 de la mañana. Cuarto con colchón de dos plazas en el piso. La ventana abierta. La cortina de cuando en cuando flameando. Por la ventana entra la luz de la luna que llega hasta los pies de la cama-colchón. La brisa es tenue y hace calor.

Martín despierta del lado derecho, y más cercano a la ventana. Se da vuelta y acomoda las sábanas caídas, encuentra a Violeta sentada sobre la cama, con las almohadas de respaldo, en plena oscuridad. Él la agarra del brazo suavemente, y desliza la mano hacia su vagina. Ella se aparta, sin tocar su mano, con un movimiento lento e incómodo.

-Estás despierta.

-Si.

-Qué haces despierta?

-Pienso.

-En qué pensabas?

-En nada que quiera contarte

-Pensás en Fabio. Sé que pensás en él. Siempre que te quedas despierta a esta hora con las manos cruzadas sé que te morís por irte con él, que te abrace él, que te hable él, que te coja él. Se nota en tu mirada. A veces cuando estamos hablando en el comedor o haciendo el amor en el baño, me doy cuenta que tu mente se va. Simplemente dejas de estar al lado mío. Te vas. Lo que me queda es tu cuerpo para poder manosear, y en el mejor de los casos coger. Ya me he acostumbrado a esto. No me quejo. Simplemente dejo que pase, que te conformes con esta realidad, y que luego vuelvas.

-Si sabes todo eso porqué me preguntas?

-Tenía la vaga esperanza de que me lo negaras.

-Sabes que él siempre me interesó más que vos, que siempre me gustó más que vos y siempre me calentó más que vos.

-Nunca me lo dijiste.

-Nunca me lo preguntaste.

-Se ve que tenés buena intuición, casi un olfato canino.

-Sos una mierda

-No me digas eso, nene, nadie nunca habló de...

-SOS UNA MIERDA!!

-Como quieras. Voy a dormir que mañana me levanto temprano.

-Bueno, pero dame más sábana que la tenés casi toda de tu lado.

-Tus sábanas son más cortas que las mías. Siempre me pasa lo mismo en tu casa. Vas a tener que cambiar las sábanas, sino no vengo más.

-Vas a tener que dejar de decir boludeces porque sino no te dejo venir más.

-Ah sí?

-Sí.

-Capaz que no vengo más entonces.

-Si venís es porque estás aburrida, porque no hay nada más interesante.

-Puede ser…

-Qué te pasa?

-Pienso.

-En qué pensás?

-Mas bien peno.

-Pasame un pucho.

-Tomá. Compartimos. Es el último.- Le arrima la caja de la mesa de luz hacia la cama. Quedaban dos cigarrillos.

-Pero quedan dos cigarrillos.

-Queda uno. El otro me lo voy a fumar mañana cuando me levante.

-Mañana capaz que no te levantas, capaz que te da un paro cardíaco a mitad de la noche, y ese cigarrillo va a quedar huérfano. Mejor fumamos uno cada uno.

-Está bien.

24.11.09

la inosencia

Hoy en día, ser opositor es tan fácil que a nadie le interesa serlo.

Todo empieza hace algún tiempo en una ciudad perdida de algún lejano país, donde la gente era rebelde sin querer.
De pronto, esas buenas personas se encontraban involucradas en una situación subversiva casi sin pensarlo. Su capacidad de romper sistemáticamente las leyes los dejaba perplejos. Su sorpresa era tal, que simplemente no veían como justificarse, meditaban unos instantes sobre lo hecho con una mirada perdida hacia el suelo, como si por un instante se avergonzaran, y luego se les desprendía una risa tranquila, despreocupada como si se desprendiera una reflexión cómica de todo.
Su inocencia, tal como la de unos niños, era inexplicablemente sincera.
Todos eran inocentemente culpables.

Cuando se los acusaba de algún delito realizado, no tenían mas remedio que declararse culpables. Y en realidad no les interesaba demasiado si eran realmente culpables o no, simplemente lo hacían por mero formalismo, y sin remordimiento alguno.
-¿Usted no entiende que ha cometido un delito que atenta contra la sociedad?, que ud. ha quebrantado la ley? Porqué lo ha hecho? Ud. es estúpido?
Los inocentes individuos no sabían qué responder frente a las prepotentes preguntas de la ley. Y cuando lo hacían, alegaban que “fue accidental, simplemente no me di cuenta”.

Los defensores de las leyes, la moral y el orden, ya no sabían qué hacer. Se desesperaban porque alguna persona se declarara inocente, que defendiera los valores de la comunidad de una manera oscurantista e implacable, pero no había caso. Los policías ya no soportaban el hecho de que la gente sucumbiera tan fácilmente a los ilícitos, con tanta naturalidad y apaciguamiento. Las autoridades se preguntaban incansablemente cuál había sido su terrible error, porqué la gente no había logrado interiorizar las normas de “buen comportamiento” y las prohibiciones que éstas traían aparejadas. Perdían el sueño buscando una solución eficaz. Era usual que un inspector llamara al jefe a media noche para contarle sobre una salvadora forma de represión que recién le venía a la mente.
-Hola señor, disculpe la hora, pero... habla el inspector Ramírez. Creo que tengo una solución. Creo que encontré la causa de este gran mal...
A medida que transcurría el tiempo; el sueño y el cansancio, que traía la constante preocupación y conseguido fracaso de estos señores, iban haciendo estragos en su propia organización.

Y así pasaban las semanas, los meses y los años sin poder controlar las acciones de los habitantes, pero por sobre todo, sin poder controlar sus pensamientos, sin poder controlar sus fantasías, su imaginación. Por más que vieran y revieran sus métodos, parecía que la frágil ingenuidad de éstos sujetos, no podía ser quebrantada por la recia maquinaria normativa, por la mano dura de los normalizadores.
Se dice que el fracaso de la ley fue tal, que terminaron escapando de la ciudad como niños asustados, algunos dicen que por miedo a ser contagiados de inocencia, otros que se fueron a buscar refuerzos.
Cuentan que no todos los policías escaparon...

26.10.09

il sordo chi parla

La fiesta la democracia está en ruinosamente soberbia. La ruina de los periodistas, que utilizan cuanto elemento esté a su alcance para despertar sensaciones victoriosas en los más ilusos. Son las 1.09 y un balotaje se aproxima. La mentira se vistió con su más horrendo y deplorable traje. El pueblo decide olvidar, dirán algunos, quizá el pueblo nunca recordó, pero sin dudas esto quedará para la historia de la cornudez. El último aliento de dignidad acaba de disiparse, si es que quedaba algo. Los mecanismos democráticos se han manifestado con toda gala. La gente no quiere reconciliarse con nada.

Las cámaras apuntan hacia los defensores de los guardias policiales, y de la seguridad firme y recia. Las alianzas empiezan a descargar su típico olor a podrido, y los más descreídos se emborrachan como en un día desagradable. Los esperanzados lloran desconsolados por los rincones, y los liberales festejan su posible vuelta al poder. Todos están cansados, y asqueados en cierto sentido. Los demócratas se quedan con el gusto ambiguo de una tregua. Los papeles seguirán volando por dieciocho, como plaga.

Los pobres no saben de justicia, y los gendarmes no saben nada de nada. Las palabras corren por todas las bocas animosas de dar sentido al sinsentido más grande de nuestra sociedad. Analistas moderados despliegan su total inaptitud. Explican lo obvio, para la celebración. Los muchachos ya no creen que su hastío les alcance.

más vale rengo conocido, que sordo que habla.

5.10.09

amores loosers

La banda de la noche empieza a tocar, y por entre las nucas Esteban ve que Marisa se besa con un peludo con campera de cuero, le manosea todo el culo con esas manos de metalero. Esteban sabe que Marisa es mucho para él, pero más lo es para ese peludo. Pero qué pedazo de puta, justo con ese gil se viene a liar. Seguro que el gil la lleva para la casa de un amigo, llena de condones usados por todas partes, con olor a huevo y sobaco, le da un poco más de alcohol y se la mete para la cama. Seguro que el gil le susurra un poema de los redondos al oído, con el apestoso aliento a sarro de días, y ella se conmueve y piensa en qué profundo que es este tipo… el lujo es vulgaridad. Seguro que a ella le encanta la mugre del peludo y sus patas con ese tremendo olor a pata. De las mil conchas que pasaron por esa pija. Está bien, dice Esteban, posando la vista en el suelo que es lo más hermoso que puede encontrar esa noche, y mete las manos en los bolsillos a ver si encuentra el tabaco tan necesario, capaz de salvarlo al menos por tres minutos de esta situación insoportable, patética y triste.


A Esteban se le cae una hojilla al suelo pegoteado que es lo más hermoso. Ya no quedan. No es capaz de levantarla. Busca un amigo que tenga cigarrillos. No lo encuentra. Seguro que el conchudo ese sí tiene cigarrillos. Esteban se acerca entre el ruido de la banda de la noche hacia Marisa, ella no se da cuenta. Todavía queda algo en botella, pero muy poco, casi nada. Esteban aprieta un poco más la botella que de costumbre, también aprieta los dientes.

Está bien, sólo es otra puta más.

28.9.09


Tarde fría. Sol sobre pintadas estropeadas del muro que está frente a mi. Los parlantes pasan una y otra vez, tratando de no volverse locos. Ya están locos. Todas esas estúpidas tonadas resuenan en mi cabeza cada vez que intento despejarme y no pensar en nada. Aparecen para hostigarme con nombres de candidatos y rimas baratas.

Estando en un lugar incrustado, sin tiempo, se puede ver la velocidad del mundo que pasa. Pasan los autos, y las bocinas que se repiten idénticas incesantemente. Los motores cansados y ahogados.

Me he acostumbrado a observar los pasos de las personas que pasan. Los apurados, que son la mayoría, los cansados, los lúcidos, que son la minoría…

Las mujeres y los hombres pasan más o menos rápido, o más o menos lento. A veces espero con malicia que, por una extraña alineación planetaria, ocurra un accidente de transito peatonal, con heridos.

Algunas se detienen y observan los libros como si estuvieran ante un atardecer en el mar, y luego siguen, satisfechos consigo mismos. Otros, se quedan largo rato con un libro de Weber en sus manos, y la vista en el suelo, pensando en la frase hiriente que les atizó su hijo esa mañana, o en el vecino que lo miró con indiferencia en el portal del edificio que vive hace mas de veinte años.

Las señoras son el espécimen más común y más odioso. Una suerte de plaga. Se acercan con la mirada fijada en un libro, pero preguntan donde es que para el 104 que va a Bladivostok. La mayoría de las veces se quejan el bajo timbre de vos de su informante (algún amigo o yo), y exigen coléricamente se les repita fuerte y claro. En muchas ocasiones, estas señoras, con camperones que son el doble de su avejentado cuerpo, y con sombreros de muy mal gusto, reaccionan agresivamente frente a su imposibilidad auditiva, y aún mas cuando no encuentran solución inmediata a su problemática, lo que les genera una frustración y desazón tremendas. Tanto así que mueren de ataques cardíacos y altas presiones, pocos metros más adelante, en su laboriosa búsqueda de la parada de ómnibus.

Se acerca un hombre, de unos sesenta y cinco años, de pantalón y campera deportiva impermeables, algo gastadas. El color de ambas prendas es de un azul oscuro. La campera con una ligera mancha en un costado al centro del tronco. Lleva una mochila con rueditas en el suelo, con motivo camuflado, y un pequeño bolso deportivo colgando de su hombro izquierdo. Su gorra azul, a tono, tiene bordada un simpático cocodrilo verde aceituna.

8.8.09

---Cata line---

Hacía ya media hora que catalina estaba en aquel desgastado banco de la plaza, tomando una cerveza, iba por la mitad. Esperaba a su novio, iban al cine y luego a comer. Hacía un tiempo que no andaban bien, él no la escuchaba lo suficiente, y cosas por el estilo. No tenía muchas ganas de verlo, pero lo cierto es que estaba allí porque él había insistido, y ella no tenía nada que hacer. Acababa de prender un cigarrillo cuando se sentó junto a ella un joven que a primera vista le pareció horrible, luego de una segunda mirada le parecía feo. Iba vestido con ropas andrajosas, aunque no tenía mal aspecto, parecía mas bien como curtido. Cuando se le acercó, apestaba a vino barato, tinto, de los que cuestan mas de veinte, pero menos de veinticinco pesos.

-Hola, creo haberte visto en algún lugar antes, si. Si, te vi en aquella exposición de pintura que de repente vino un tipo y se puso dulce de leche en la cara
-Ah.
- Y creo que vos te reíste cuando hizo eso, y yo me puse colorado porque me pareció muy vergonzoso..
-Si, pero no era una exposición de pintura, era una muestra de performances, que es muy distinto, sabés?
-Si, bueno, pero ese día tenías el pelo suelto y ahora no.
-Bueno, el pelo se puede atar, y luego soltarlo...esa es la gracia.-Se saca el palo chino que tenía sosteniendo su cabello. Éste cae suavemente, como deslizándose por los hombros. El toma un mechón de cabello y lo huele. Ella no hace nada para impedirlo
-Tenías un vestido violeta que te combinaba fantásticamente con un pañuelo verde manzana... ese que tenés ahora es negro, me gustaba más el verde.
-...
-Creo que te pareces bastante a una de esas actrices de holliwood, con el pelo suelto, claro.
-Pero las actrices de Holliwood son todas idiotas y no saben nada de la vida, vos te pareces a esos macacos de south park-no era verdad-y creo que me voy
-espera! vos te fuiste antes de la muestra y yo te seguí. Te fuiste a un bar que quedaba a un par de cuadras con unos amigos tuyos. Yo te seguí por las dudas de que te perdieras.
-Pero vos quién sos?, y qué hacías siguiéndome?
-Ya te dije. Ahora por fin te encontré, y no te voy a dejar ir más, y vamos a ser muy felices juntos ta?
-Pero qué decís??. Estás mal de la cabeza, no te conozco, no tengo ni idea de quien sos, y no me das buena espina.
-Soy tu angel guardian, y vengo a protegerte.

4.8.09



21.7.09

nos siguen pegando abajo

La idea de filosofía es una mentira.
Hacemos filosofía cuando rompemos, cuando quebrantamos. Una filosofía nunca perdura. Nunca pregona en función de lo ya establecido. Nunca suma en sentido lineal.
Una filosofía rompe, necesita romper, hacer un tajo, cortar el costal, en un punto determinado del pensamiento. Realizar un atentado y un quiebre a la estructura que se venía dando, para renovar y actualizar la línea de visibilidad.
El que suma a una teoría no puede considerarse filósofo. El que adscribe ciegamente a una determinada forma de explicar al mundo, por cierto será más feliz, pero nunca filosofo. El filosofo resigna su satisfacción personal en función de la duda, y la especulación, otra satisfacción personal. Es decir, este sujeto es un completo inconformista, su única conformidad es la no complacencia (por no decir conformidad). El filósofo nunca puede sentirse lleno, o completo.
La completud es el gesto antifilosófico por excelencia, es un acto de reverencia al estancamiento. El filósofo encuentra en la escritura una forma de transmitirles a unos que no están preparados para que le transmitan. El filósofo es el que sostiene convicciones intermitentemente, para cambiarlas por otras. El final no es posible para el filósofo, ya que su mundo nunca es acabado. Lo acabado es muerte, quietud, inmovilidad. La filosofía es movilidad, constante, como todo lo humano, y lo cíclico. El pensamiento gira sobre diferentes órbitas, las cuales a su vez, en lo azaroso, se convierten en un continuo des-decirse.

La vida es movilidad, ya sea en sentido físico, como en el representacional. En los difíciles (y quizá inhumanos) casos en que se da en ambos sentidos, se tratará de un personaje con un gran valor social, y un sentimiento altruista tremendo. Son sólo los filósofos. Sólo los que tienen desengaños epistemológicos, los que tienen errados a priori, los desengañados, los que pueden creer en otra cosa.

2.6.09

sesion 5

Pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar.
No pensar.
Pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar.
Pensar.

5.5.09

TIENE QUE CORRER

TIENE QUE VOLAR

PARA PATEAR AL ALBA

LLORANDO AL ANDAR

NOW I WANT

BE SOMEONE

LET ME BE

23.4.09

la re puta madre PARTE I

No quiero estar del lado de enfrente. Tu lado es más divertido, y me anima.

El problema, o uno de los más graves, era que había perdido gran parte de mis escritos. Eso significaba que una parte importante de mis reflexiones se había esfumado, o por lo menos se había ido en su forma más tangible. Esos escritos eran para mi, materia prima de mi autoconocimiento, es decir, oficiaban de mí mismo en los momentos en que me olvidaba quién era, qué pensaba con respecto a ciertos temas o qué buscaba. No es que funcionaran de cercos limitantes a mi campo de
pensamientos, pero sí de organizadores necesarios para una conciencia tan caótica como la mía.
El hecho de escribir representaba una pequeña extensión de mi existencia. Mi conciencia se volvía eterna. Pasaría a la posteridad, al menos de mi vida, y eso ya era bastante. Pero cuando desaparece alguno de estos bocetos de vida, es inevitable que a uno no se le pierda un pedazo de historia propia, de conciencia de sí mismo en un momento determinado.

(la re puta madre!!!)Eso es lo que se te pasa por la cabeza cuando sabés que perdiste. Bronca. Pero porqué mierda no existe un respaldo automático?

La mayoría de la gente le resta importancia a lo que escribe, y eso, seguramente, porque no ha sufrido la pérdida de sus producciones.